Otra forma de hacer las cosas




Oscar Martínez
Impulsando otra forma de hacer las cosas.
El camino es seguir construyendo aunque otros destruyan. El camino es seguir convocando aunque otros expulsen. El camino es invitar a una renovación, para que el frío de lo aparentemente cristalizado se diluya con el fuego de nuestro espíritu inquebrantable, y demostremos así, que ese es el camino correcto para mantener una Santa Fe viva.
Sabemos que la renovación de nuestra ciudad exige del aporte de todos: de los profesionales, de hombres y mujeres de la cultura, de empresarios y también de los medios de comunicación.
Tenemos el sueño de que a nuestra ciudad no la representen siempre los mismos. El sueño de que un profesional pueda abandonar su cómodo estudio o despacho, para involucrarse con una realidad que lo atraviesa con dolor y que aguarda su aporte. El sueño de que una empresaria manifieste su capacidad no sólo en su actividad específica, sino también en la conducción de esa comunidad que la vio desarrollarse y crecer. El sueño de que los hombres y mujeres de la cultura y los medios de comunicación, además de ser testigos de la realidad, sean directos protagonistas en la renovación de su ciudad
El futuro es responsabilidad de todos. Pero, sin lugar a dudas, es patrimonio inexorable de una nueva generación de hombres y mujeres que sueñan y actúan en función de transformar nuestra realidad en sentido positivo.
Renovarse es convocar a los que nunca fueron llamados a ser parte de un proyecto colectivo. Es invitarlos a recorrer el camino del compromiso sincero con una sociedad que necesita de aire fresco y de una mística transformadora, esa que en algún momento nos hizo sentirnos en una gran ciudad, dentro de una gran provincia y en un gran país. Una mística que debemos recuperar.
Mantenemos los mismos valores que nos llevaron a surgir como una fuerza con capacidad transformadora de nuestra ciudad. Seguimos sosteniendo la necesidad de una Santa Fe más justa y equilibrada. Insistimos en la importancia de la descentralización como herramienta fundamental para conseguirlo. Continuamos bregando por una ciudad con dispensarios abiertos las 24 horas y por terminar definitivamente con la mafia del transporte. No abandonamos la necesidad impostergable de que nuestro municipio se involucre en la seguridad y que construya Comisarías, para ayudar a que el Estado provincial garantice tranquilidad para poder vivir en paz, reclamo básico si los hay.
Es tiempo de alzar la mirada y ver que el futuro nos exige nuevos desafíos. Que es hora de brindar un horizonte a los que nunca fueron convocados y a los que nunca fueron incluidos, pero que hoy se atrevieron a ser parte de un sueño y un proyecto colectivo.
Están pendientes en Santa Fe muchas obras: la construcción de una ciudad ferroportuaria, el aprovechamiento de nuestro paisaje regional para convertirnos verdaderamente en un polo turístico, la protección de la actividad comercial e industrial de toda la región, la preservación del medio ambiente, el desarrollo científico y tecnológico aplicado a nuestra producción. Todo esto es necesario para garantizar crecimiento y desarrollo sostenido en el tiempo. Actuando con responsabilidad social protegeremos el destino de nuestros jóvenes, que merecen y necesitan una presencia del Estado capaz de inculcar el camino del esfuerzo y el trabajo, como modo de realización personal y como aporte efectivo a la realización comunitaria.
Pero sin duda nuestro mayor desafío es convocar a los santafesinos para que por una vez algo distinto nos inunde, que nos inunde a todos la alegría de poder participar en un proyecto colectivo de transformación.
Es hora de fomentar la renovación. Es hora de empezar a construir nuestro propio futuro. Eso es impulsar otra forma de hacer las cosas. Eso es ser 100 % santafesino.